COMO USAR EL ALOE VERA


ZUMO DE ALOE AL DIA

Teóricamente, si se trata de un pro­ducto de buena calidad, la pulpa de aloe consiste, tal como su nombre indica, en toda la parte interna de la planta -la pulpa-, exprimida, estabili­zada, patentada y comercializada a punto para ser bebida. Desprovista de la corteza de la planta y la capa inter­media de aloína, el cuerpo de la hoja ex­primido da como resultado un líquido claro y ligeramente cremoso, que con­tiene una especie de minúsculos gajos flotantes o fibras que recuerdan a los zumos de naranja o limón que no han sido colados.
El sabor ligeramente amargo carac­terístico del aloe hace que en un prin­cipio no resulte agradable al paladar, por lo cual, una versión mucho más atractiva puede resultar el zumo de aloe minuciosamente filtrado, para eliminar el granulado de la pulpa, y mezclado con el zumo de otras plantas o frutos beneficiosas para la salud, como las manzanas o los arándanos. Además de conseguir un sabor mucho más atrac­tivo para el público no iniciado en el sabor del aloe, la combinación con otros productos naturales puede in­cluso enriquecer las propiedades y el contenido vitamínico y nutritivo del zumo. En cualquier caso, es importante constatar siempre que la "mejora" del sabor y el aspecto del zumo no se ha obtenido a través de productos quími­cos, como saborizantes, colorantes, es­pesantes y demás, sino exclusivamente a través de otros productos naturales.
En el caso de los zumos y pulpa de aloe embotellados y comercializados, por lo general pueden seguirse las su­gerencias de las vendedoras, que vienen a coincidir en que es suficiente ingerir una única dosis al día de estas bebidas -consistente en el tapón o vasito que suele adquirirse junto a la bo­tella, y que contiene una cantidad equi­valente a lo que conocemos como un chupito-.  Evi­dentemente, muy poca gente consu­miría el zumo de aloe con la misma asi­duidad con que se adquieren los zumos de manzana, melocotón o uva que llenan los estantes de los supermerca­dos.

DOSIS

 Su alta proporción en nutrientes, sin embargo, hace pensar que un chupito de aloe, o bien una cucharada sopera al día, no va a hacer mal a nadie y siempre puede significar un valioso aporte nutritivo, como si de un com­plejo vitamínico se tratara.

EN QUE MOMENTO TOMAR UNA DOSIS DE ALOE VERA

En cuanto al momento del día en que debiera tomarse, también hay opiniones  para todos los gustos.  Hay quienes opinan que lo más eficaz es tomar una dosis en ayunas, un rato antes del desayuno, cuando el estó­mago está vacío y la absorción del lí­quido puede ser más completa. Sin em­bargo, también hay quien opta por tomar un vasito a la noche, antes de irse a dormir, para aprovechar esa etapa del día en que el organismo metaboliza de una forma óptima cualquier 'aportación; es el momento del des-canso, de la aceleración de la regene­ración celular, y cuando el cuerpo puede hacer un perfecto uso de este aporte extraordinario de vitaminas, enzimas,  minerales, aminoácidos y demás. También hay quien opta por distribuir la dosis a lo largo del día, para garantizar un aporte pequeño pero continuo. En este caso, suele acompa­ñar a las comidas del día, y hay quienes aseguran que surte el efecto de un potente antiácido y favorecedor de la digestión, sin efectos secundarios.
Es evidente, sin embargo, que de­pendiendo de la finalidad que se quiera obtener, así como de la gravedad de la disfunción física o enfermedad que se desee tratar, tanto la dosis como la forma de ingerir el zumo de aloe pueden variar, siempre siguiendo las re­comendaciones de un o una especia­lista de confianza.
Sin embargo, sí podemos recoger aquí una serie de indicaciones a tener en cuenta en el uso del aloe, sobre todo cuando se trata de personas que em­piezan a incorporarlo a su dieta diaria.

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